Le Soleil, La Mer, La Ville...

Tres palabras para resumir Montpellier. Una ciudad que me encanta, a orillas del mediterraneo, soleada, con mucho movimiento urbano, linda... realmente linda. Alli nació D. sus padres por razones laborales se movieron por toda Francia y terminaron parando por estos lados... nos gustó tanto ver la ciudad, que hasta andamos soñando con irnos a vivir alla, ahora tenemos un nuevo sueño a mediano plazo.... ya veremos cuanto nos dura el sueño... Pase delicioso 5 dias sin tener que pensar en que voy a cocinar hoy, arreglar el desorden y todas esas aburridas tareas de la casa. 5 dias comiendo en restaurante, que por cierto hay muchisisisimos y muy buenos (aun cuando lo pienso me parece que son demasiados)

Caminando por muchas calles, visitando lugares, capturando imágenes

Yendo a la playa a broncearme, viendo a Luciano reir y divertirse como nunca! Francamente prefiero el Mediterraneo (que es la mitad de calientito de lo que es el Caribe) al Atlantico frío y congelado hasta en verano.

La ultima vez que fuimos a la playa Luciano no caminaba, no le dio mucha bola al mar en esa época. Esta vez fue muy diferente, en cuanto llegamos ni corto ni perezoso salió corriendo a meterse de cabeza, obviamente no dimensiona el tamaño del charco y en mas de una ocasion tuvimos que salir corriendo a sacarlo. Es un niño que no le tiene miedo a nada, ama el agua desde siempre y cuando D. lo adentraba en la profundidad el solo se reía a carcajadas. El papa como tipico hombre, no resistio la tentacion de dejarse robar 10 euros por el valdesito con las palas y construir una fortaleza, o en el mejor de los casos el castillo para defender a su hijo de los piratas. Luciano al principio queria comerse toda la arena con la palita aquella.

Pasamos un finde en familia genial, romantico, tranquilo, divertido. Estoy muy orgullosa de mi hijo. Luciano es un hombrecito maravilloso, obediente y sensible. A medida que va creciendo me deslumbra con sus capacidades. Ha aprendido a controlarse y cada vez es mas fácil manejarlo (esa palabra no me encanta, pero no encuentro otra), hace muchas, muchas, muchisimas travesuras y a la hora de poner los limites los esta aceptando muy bien, no deja de ser un niño pequeño y se frustra, pero rapidamente entiende las razones por las cuales lo "regañamos" o le impedimos seguir con sus locuritas. Es un niño que deja vivir y eso les puedo decir con placer, me encanta. No hay que estar detras de él controlandolo cada segundo, se porta bien, es dulce con las demas personas, aunque le gusta partir a explorar siempre esta pendiente de no perdernos de vista, asi que de alguna manera tanto él como nosotros mantenemos cada uno su "autonomia". El tema de la comida es una carga menos, él come sin ayuda en la misma mesa y la misma comida que nosotros, anduvo de buen apetito, así que nos deleitamos en los diferentes restaurantes que visitamos y aunque todavía no es un gentleman con el tenedor se defiende mejor de lo que siempre espéro y los pequeños regueros y desordenes de comida pasan a un segundo lugar. Durmió de maravilla como siempre, por primera vez en muchos meses dormimos en la misma habitacion y no tuvimos lios, claro, él en su cama y nosotros en la nuestra, si compartimos lecho ahí si nos hace circo, sin duda. En resúmen, este bombon que me dio la naturaleza por primogénito es una maravilla, a mi me encanta verlo hacer sus travesuras y locuras, dejarlo descubrir el mundo y me encanta por que a pesar de todo a la hora de decir "NO," el lo asume y nos obedece, escucha, aprende. Se enoja facil, pero asi de facil ya esta feliz de nuevo. Si si, tambien tiene defectos, antes podia pasar mil horas en el auto, ahora ya no soporta ni una, esta vez simples cinco horas (5 ida y 5 vuelta) de auto se convirtieron en mi mayor prueba de creatividad. No siendo mas, me voy a hacer la comida (lease con tedio). (Volví mas rapido de lo que pensaban, no?)